Mi tío Rafa tuvo la primera tele del pueblo. Era un cacharro de la marca Phillips que le trajo su consuegro de Alemania, a principios de los sesenta, cuando en mi pueblo todavía no había calles asfaltadas y mis abuelos hacían caca en un agujero en el patio, mientras alguna gallina les picoteaba las uñas de los pies.
Mi tía Lolita, su señora –en el sentido más feudal y posesivo de la palabra: mi tío era un calzonazos– lo dispuso todo para celebrar la llegada del primer televisor del pueblo como aquello se merecía. Mató tres conejos del corral, los preparó fritos con ajo y tomate, y llamó a su hermana Matilde y a su cuñada Rosa –mi abuela– que acudieron a cenar con sus respectivas criaturas, cónyuges y ensaladillas rusas cocinadas por ellas.
Mi tía Lolita siempre contaba cómo a mi tío Rafa le temblaban las manos mientras se preparaba el vermouth con sifón, desenrollaba los metros de cable de aquel cacharro y disponía la antena como le había enseñado su colega de un taller de la capital. ¡Iban a ver la televisión! ¡Iban a ser los primeros! ¡De todo el pueblo! ¿Cuál sería la primera imagen que verían?
De toda la familia, mi abuela Rosa era la única que no le prestaba atención al cacharro, porque estaba convencida de que, como el aparato venía de Alemania, iban a ver alguna película alemana o cualquier cosa en alemán. Cuando por fin mi tío Rafa consiguió conectar el cacharro a la luz y la antena al cacharro, y cuando de los tres conejos sólo quedaba uno sobre la mesa, mandó callar a todo el mundo.
En aquel momento, en medio de aquel silencio, mis tíos, mi abuela, mi padre –que entonces tenía diez años–, sus primos, los dos perros y el canario de mi tía Lolita, todos, eran conscientes de que iban a asistir a un momento histórico, irrepetible, algo que no olvidarían nunca. Algo que iban a contar a sus vecinos al día siguiente.
Mi tío Rafa, con la misma mano en la que sostenía su vermouth con sifón, le dio al botón de encendido del UHF.
Y entonces se fue la luz.
Éste es un blog para aquellos desgracia'os que un día decidieron ser los primeros en tener la tele... y se les jodió la red eléctrica. Éste es un blog, en definitiva, para esa gente a la que las cosas nunca acaban de salirles bien; pesimistas, losers, protagonistas de las películas de los Coen, perdedores en general, a los que siempre les quedará el mal de muchos, y el consuelo de tontos.
Buena entrada, mi madre tuvo su tele pero les salió bien, vieron llegar al hombre a la luna, je.
ResponderEliminarAbrazos.